
El poeta asturiano Ángel González falleció el 12 de enero de 2008, tras sufrir una crisis respiratoria. El artista fue reconocido a lo largo de su trayectoria poética con numerosos premios que recompensan una excelsa actividad creadora. Pero no sólo se llevó los galardones que lo elevaron a una de las mayores figuras poéticas del siglo XX, sino la amistad y el aprecio de amigos y colegas de la profesión. Son muchos los que cuentan las juergas que se han corrido Joaquín Sabina, Luis García Montero y el mismo Ángel González.
Yo sé que existo
porque tu me imaginas.
Soy alto porque tu me crees
alto, y limpio porque tú me miras
con buenos ojos,
con mirada limpia.
Tu pensamiento me hace
inteligente, y en tu sencilla
ternura, yo soy también sencillo
y bondadoso.
Pero si tú me olvidas
quedaré muerto sin que nadie lo sepa. Verán viva
mi carne, pero será otro hombre
-oscuro, torpe, malo- el que la habita...
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